En Europa, cuando se habla de la pobreza en la que viven en muchos lugares de África, siempre hay alguien que afirma que para que no haya tanta miseria deben tener menos hijos. Solemos dar soluciones desde nuestros esquemas y criterios occidentales, sin conocer los valores y las culturas de estos pueblos. Y sobre todo olvidamos la mortalidad infantil y el hecho de que optar por un hijo o dos es, con toda probabilidad, quedarse sin ninguno.
[...]
En el África que yo
conozco los hijos suponen la continuidad del clan, dan seguridad, riqueza,
orgullo y son también una respuesta ante la muerte pues se dice: "Seguiré viviendo mientras sea recordado". Por eso, cuantos más
descendientes se tenga, más probabilidades hay de subsistir. Al poner el nombre
de un familiar al bebé que nace, esa persona seguirá viviendo en ese niño.
En el pueblo kikuyu al
primer hijo varón se le da el nombre del padre del marido; al segundo, el
nombre del abuelo materno. Cuando es niña se le da el nombre de la abuela
paterna, y así sucesivamente con el resto de la familia.
Estas líneas están
sacadas del libro escrito por Esperanza Rosillo, Misionera Comboniana, titulado
Confieso que he amado y me he dejado amar,
en el que relata sus años pasados en Kenia.
Dos días después de leer
estas líneas, me han recitado casi las mismas palabras en la comunidad y, como imagináis,
me he sorprendido mucho por el déjà vu
y la actualidad de la reflexión de Esperanza (en su libro aun voy por el año 1981!).
Esta mañana en la obra estaba jugueteando con
Florinda, que es la bebé de Muanavathiva, y de los pocos bebés a los que no le
doy miedo por aquí... (para ellos los blancos, somos como para nosotros el
hombre del saco). Como siempre ha salido la pregunta de "¿y por qué tú no
tienes?" y ha comenzado una conversación sobre lo hijos en makua de la que
me he enterado de poco... Pero de lo que sí he logrado enterarme es de que María, una de los líderes comunitarios, tiene diez, aunque deberían
ser once porque uno se le murió; y que Muanavathiva, a sus treinta años, tiene cinco y
no quiere tener más, aunque vive sola (sin marido) y si tomara un esposo
tendría que tener un bebé más con él.
Luego en el coche lo he
seguido comentando con Nando (el motorista
de la ong) y me ha dicho calcaitas las palabras de Esperanza acerca que ponerles los nombres de los abuelos a los bebés y la importancia de los hijos y ha añadido : "en Europa primero queréis estudiar, luego tener una casa, luego buscar un marido y luego ya tener un niño pero por probar; aquí no le damos tanta importancia a todo eso...¿Es que si tú tuvieras un niño ahora mismo tu familia
no te ayudaría para que el niño creciera sano y feliz? ¿o te abandonarían y el niño
moriría de hambre porque no nació cuando estaba todo previsto?". Os podéis imaginar mi cara de "no claro, peeerrrrrooooo..." Y tengo
que decir que Nando es un hombre de ciudad, con sus cuatro hijos, no más, y por lo tanto su
mini-planeamiento familiar...
En fin, sin darles toda
la razón a ellos, la verdad es que nosotros a veces nos planificamos
demasiado la vida; y lo peor es que juzgamos la importancia que tiene un hijo
para una familia cuando en nuestra sociedad se tienen pocos hijos casi que por
vagueza o, peor, porque sale muy caro... Lo importante debe ser que la pareja, él y ella, puedan decidir juntos; aunque lo triste es que quede mucho camino por andar en ese sentido....
Me quedo con eso de
"seguirás viviendo mientras tus descendencia siga" como un expresión
de agradecimiento a tus padres al "devolverles" la vida a través de
tus hijos. Y aprovecho también para
pedir por todas aquellas personas, muchos de ellos niños, que están muriendo en
estas semanas por mi zona por causa sobre todo del cólera y de otras enfermedades; y por sus familias que sobrellevan como pueden.
Y tranquilos todos que
aunque me encantaría un bebé mulatillo aún no me han convencido!! ;)
Beijinhos!
Qué guay Aiti!! :) A mí el otro día me dijeron que tuviera hijos ya que se me estaba pasando el arroz jaja
ResponderEliminarPues me parece egoísta traer muchos hijos al mundo, solo para continuar con su decendencia, pero bueno cada quien escoge la vida quiere
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